El proyecto de Ley Orgánica, que modifica el Código Penal de 1995,
contempla un aumento del rigor punitivo que obedece a intereses
vinculados al poder e intereses de clase. El nuevo Código Penal, junto
con la Ley de Seguridad Privada, la Ley de Tasas Judiciales, la reforma
del Consejo General del Poder Judicial, así como la Reforma del Código
Penal Militar, constituyen una nueva arquitectura judicial y represiva
que materializa el control social y protege los intereses de la clase
dominante.
Este proyecto tiene varias líneas que el gobierno ha dibujado de manera tal, que criminaliza la pobreza, la enfermedad mental y utiliza esta reforma como instrumento de control social.
Esta es la trigésima modificación del Código Penal desde 1995, fecha de aprobación del actual código penal. Es una reforma que, tanto cuantitativamente como cualitativamente, cuantitativamente por que afecta a unos 171 artículos, y cualitativamente porque convierte parte de las antiguas faltas (que desaparecen del articulado) en delitos leves, incrementa el rigor punitivo en todos los delitos a los que afecta, y especialmente a los delitos de orden público y los delitos contra el patrimonio, así como la modificación en sentido regresivo de la parte general del Código Penal.
Este proyecto tiene varias líneas que el gobierno ha dibujado de manera tal, que criminaliza la pobreza, la enfermedad mental y utiliza esta reforma como instrumento de control social.
Esta es la trigésima modificación del Código Penal desde 1995, fecha de aprobación del actual código penal. Es una reforma que, tanto cuantitativamente como cualitativamente, cuantitativamente por que afecta a unos 171 artículos, y cualitativamente porque convierte parte de las antiguas faltas (que desaparecen del articulado) en delitos leves, incrementa el rigor punitivo en todos los delitos a los que afecta, y especialmente a los delitos de orden público y los delitos contra el patrimonio, así como la modificación en sentido regresivo de la parte general del Código Penal.