Infolibre.- Un lector desprevenido que haya ojeado estas últimas semanas los periódicos de Madrid habrá creído que durante dos décadas ha existido una corrupta red sindical destinada a quedarse con los dineros de la formación.
Esa red, liderada por la UGT, haría cosas tan malvadas como impartir
cursos de “Corte y cata de jamón serrano” para trabajadores de
hostelería o de “Arreglos florales” para los de comercio; ofertarlos
gratuitamente a través de sus propios centros de formación acreditados y
dedicar a su preparación, difusión, evaluación y gestión un 19% del
presupuesto de los planes de formación, a pesar de que, en 2011, estaba
permitido facturar un 20% por ese concepto.
01-12-2013 - Como
tapadera, esos sindicalistas habrían constituido la Fundación
Tripartita, en cuyo patronato están presentes, junto a CCOO y UGT, la
Confederación Intersindical Galega, CEOE, CEPYME y el Gobierno, con voto
de calidad. Y logrado, mediante una perversa creación llamada
negociación colectiva, que más de cien organizaciones empresariales –de
ASAJA a CONFEMETAL y de la CNC a la CECAP– firmaran Acuerdos Sectoriales
de Formación y constituyeran “Comisiones Paritarias” para analizar las
necesidades de cualificación de su ámbito. Es más, en el colmo de la
audacia, la red habría conseguido que esas mismas patronales y otras
entidades, solicitaran y recibieran subvenciones por un importe superior al que los propios sindicatos recibían.
Si
el mismo lector, desocupado, hubiera consultado la normativa, los
presupuestos y los beneficiarios de la formación para el empleo,
advertiría que esos medios de comunicación desconocen o evitan mencionar algunos datos que no encajan con la tesis de la trama sindical.
Para empezar, exageran enormemente el importe de las subvenciones que reciben CCOO y UGT para
hacer formación y, al mismo tiempo, ocultan que muchas otras
organizaciones y empresas también las reciben; de esa manera se quiere
trasladar al público la idea de que los fondos de formación son un
chiringuito sindical. Pero no es así. En 2012, CCOO gestionó el 3,06% y
UGT 3,18% del presupuesto de la Tripartita, que ascendía a 742 millones
de euros, mientras que por ejemplo los centros de formación privados,
obtuvieron un 6%, las organizaciones de economía social (COCETA,
CONFESAL…) y las de autónomos (ATA, CEAT, etc.) un 2% y CEOE, CEPYME y
otras patronales un 7%.